Cadáveres, así de simple

En una tumba fría y aislada de especies vivientes yace el periodismo matancero. Así, con todo el dramatismo posible. Porque nosotros no hemos sabido llevar mundos paralelos con la realidad y lo que publicamos. Simplificando, no hemos llegado a tiempo a la cotidianidad, a los líos de la gente, que son también las broncas del país.

Hace apenas unos días entendí, leyendo al periodista español David Jiménez, actual director del periódico El Mundo, que los reporteros no somos ni jueces ni policías para juzgar ni encarcelar a alguien, nosotros tenemos que encender las luces en la oscuridad para que el pueblo vea cómo las cucarachas corren a esconderse. Pero en Matanzas pensamos dos y tres veces hacer la luz y por ello las cucarachas siguen haciendo de las suyas, junto a otros insectos de paso, infectando las entrañas de esta sociedad.

Los titulares provinciales anuncian, como si fueran consignas, la cosecha de papa cuando aún las tarimas están vacías, yo sigo dando bombos y platillos a la entrega de nuevas tarjetas magnéticas cuando hay contados cajeros automáticos servibles en esta provincia. Y me doy pena de mí misma también por no hacer la luz, por no dejar ver cómo las cucarachas huyen.

Una investigación académica realizada en 2013 por la colega Yenly Lemus Domínguez, advertía sobre las representaciones sociales que tienen los estudiantes de Periodismo sobre la praxis actual en los medios matanceros. Los resultados de ese estudio fueron incluso presentados ante funcionarios del Comité Central del Partido Comunista de Cuba en la penúltima asamblea de balance de la Unión de Periodistas cubanos allá por el 2014, bien alarmante lo que alertaba, pero como tesis al fin, en papeles se quedó.

De ese año hasta hoy el periodismo siguió, parafraseando a Joaquín Sabina, como siguen las cosas que no tienen mucho sentido. Ni siquiera las dos primeras graduaciones de la experimental carrera de Periodismo en la Universidad de Matanzas, de la cual soy parte, han tenido las agallas para hacerle clic al interruptor y seguimos habitando en penumbras, en sarcófagos lamentablemente construidos con nuestros propios esfuerzos. Seguimos cavando nuestras tumbas, enterrando a nuestros medios de comunicación.

Pero nada comparable con la última asamblea de balance del gremio. Todo un chiste, donde despotricamos e hicimos malabares para no dejar al desnudo nuestra realidad, pero ni siquiera tuvimos antifaces a mano para ocultarnos, como se hace a diario en cualquier empresa llenando papeles justificativos. Creo que en ese escenario revelamos otra vez nuestro estado de salud. Nada favorable.

Que si las agresiones en la Cumbre de Panamá, cuando la Cuba civil tenía aún mucha sociedad sentada frente a sus televisores o trajinando porque hubo otros que no vieron las trasmisiones; que si los estudios de salario cuando somos todavía de los profesionales peores pagados en la Isla; que si el compromiso con el Partido, la verdad y la objetividad cuando eso es ya letra muerta, casi poesía en estos tiempos. Debates que a fin de cuentas nos actualizan, pero sin esperanza de cambios drásticos.

Tras esa reunión sentí pena por mí y el periodismo que hacemos a diario. Me cuestioné todo pero hoy es que escribo. Yo también sigo sin hacer la luz, viviendo en tinieblas, conviviendo con insectos, llegando tarde a las necesidades del matancero…

Soy otro cuerpo tendido, un difunto sin lápida, un cadáver, así de simple, sin adjetivos posibles ni coronaciones populares.

7 thoughts on “Cadáveres, así de simple”

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  2. Hola Yari, acabo de leer tu trabajo y aunque siempre respeto la opinión ajena no alcanzo a percibir esa imagen tremebunda con la cual comparas al periodismo matancero. Es cierto que le falta mucho para ser un periodismo a tono con la realidad matancera, pero al menos se acerca un poco, paso a paso, lentamente, no con la premura necesaria. Ejemplos hay muchos: ayer en la tarde en el noticiero del Telecentro TVYumurí el joven periodista Pedro Rizo publicó un excelente reportaje sobre las pésimas condiciones con que trabajan quienes fabrican los ataúdes en Matanzas, sin medias tintas expuso la pésimas condiciones del lugar; mañana jueves saldrá publicado otro buen trabajo en el Semanario Girón sobre los “tirayencoje” del futuro bulevar de Matanzas, obra que se halla en una especie de laberinto y que ha suscitado muchas críticas entre los matanceros.
    Yari, tienes razón en varias cosas, en otras no tanto. Desde hace par de años el periodismo matancero ha ganado en frescura, gracias a los jóvenes recién incorporados al sector. También es cierto que se pudiera hacer más. Que en ocasiones los temas más que informan producen bostezos, entre los factores por supuesto que podemos mencionar las carencias tecnológicas, la poca remuneración, y por qué no, la política editorial que diseña el medio, a veces distantes de la agenda pública, pero ¡OJO!, sé de periodistas que no se basan del caballo y a todo momento publican temas candentes de la sociedad. Y no son de Santa Clara o Cienfuegos, son de aquí mismo de Matanzas. Ya te puse el ejemplo de Pedro Rizo pro ahí va otro: hace algunas semanas la joven colega Yanet Peña recorrió la ciudad de noche y constató un sinnúmero de violaciones en muchos establecimientos gastronómicos.
    Yo me niego a pensar que nuestro periodismo sea un cadáver y que los periodistas sean zombis. Y te digo por experiencia que el periodismo será lo que los periodistas se propongan. Es cierto que existen aún problemas con las fuentes, que algunos directivos de los medios a veces prefieren el formalismo y publicar sobre una efeméride tal que meterse en candela con un buen reportaje, pero en Matanzas se hace buen periodismo. Ahí están el programa Cámara en Mano de Cárdenas, ejemplo de verdadero periodismo ciudadano, donde las voz cantante y la agenda editorial la traza los televidentes quienes detienen en plena calle a Alexei y Marlén, dos excelentes colegas, para denunciar cualquier tema, y de ahí sale un trabajo.
    Me rehúso a creer que en matanzas los periodistas sean cuerpos inertes, puede ser que a veces les salgan varias arrugas en la frente, con una que otra ojera, inventando después de zapatear una ciudad, que llevara la mesa pero yo, que recorro todos los medios de prensa siempre que puedo, incluidos los de los municipios, todavía veo gente sonriente.
    Y sobre la asamblea del gremio no tengo mucho que decir, quizás tenga razón, una asamblea siempre será lo que se proponga los afiliados. Y te doy la razón, faltó el debate y sobró la calma, pero la culpa la tenemos nosotros mismos, no nadie de fuera.

  3. Sin ser tan absoluta como tú, Yari, pues aún respiro… coincido en que la prensa matancera, y la cubana andan mal… muy mal, porque los problemas del pueblo no están en los medios… Yo también me siento cansada a veces, pero no me siento como cadáver, sino como Quijote… Lo que pasa con nuestra prensa, y con esta inconformidad que tenemos muchos periodistas cubanos, es que es la prensa de una Revolución… y en una REVOLUCIÓN los problemas del pueblo tienen que estar toditos en los medios… o esa prensa no es revolucionaria… como deben estar esos problemas en la agenda del Partido… Y están, solo que hay mediaciones… y mediadores… y a veces parece que no están… o se silencian… o se obvian… Yo quiero otra prensa para mi país y mi provincia… pero no la prensa de chismes, de farándula, de asesinatos… no la prensa frívola, no la prensa que es un negocio. No, yo quiero una prensa con las mismas bases éticas de la nuestra, pero mejor… una prensa alternativa a la del mundo capitalista… una prensa que responda cien por ciento a los intereses del pueblo… una prensa que investigue, que ayude a hacer justicia… una prensa que alerte… que construya… una prensa enemiga del burocratismo, de la doble moral… una prensa además de alto vuelo… que en algún sitio vuelva a entroncar con la literatura… Yo no quiero una prensa mediocre… Me molesta mucho que la prensa cubana ande tan mal con tan buenos profesionales que tiene… Y si no te conozco mal, yo creo que tú también quieres eso, Yari. Solo que mucha gente no entiende… Ojalá muchos otros periodistas tuvieran una pizca de tu decencia y tu sinceridad…

  4. No me clonaron Yirmara, soy el mismo de siempre bajo cualquier circunstancia, pero me niego a creer que habito entre cadáveres, si esa es tu percepción o la de la excelente colega que escribió ese post la respeto pero no la comparto, si enumerar a la gente entusiasta que hace periodismo a pesar de todo, me convierte en un escribidor de informe, bueno, me han dicho cosas peores.
    Si decir lo que pienso, y mostrar mi optimismo me convierte en un clon, bienvenido el mote, me han dicho cosas peores.
    Es cierto que nos falta mucho, que demasiadas veces nuestro periodismo carece de emociones humanas y del pulso agitado del barrio, que aunque sobran las noticias se ausenta lo noticioso, pero de ahí a creer que somos una especie de zombis va un largo trecho. Sé de muchos colegas que la falta de esto, de aquello y de lo otro les constriñe las ganas y palidecen, sé de otros que se marchan del sector irremediablemente. Porque no nos engañemos, el tema salario, tan postergado, puede destruirle los sueños a cualquiera. Y ya se sabe que nuestra pincha es de “anjá”, si a eso sumamos que al llegar a casa con el rostro ardiente del sol, y a veces no tienes ni que comer, porque una librita de frijol cuesta 16 pesos, no es para menos que brote la irritación, la desgana, la apatía.
    Yo por suerte un día me descubrí optimista a pesar de los bolsillos flacos, con mi casa que se me cae arriba, y tomando agua caliente hace casi un año. Sin embargo, no me creo ni clon, ni escribidor de informe. A veces tengo que hacer de tripas corazón para que la cizaña no me alcance, y la apatía no me gane. Y lo peor, a veces vienes con ganas de comerte el mundo, con un reportaje, y haces a un lado las privaciones porque te entusiasma aquel tema, aquel viejito que visto recogiendo algo en la basura, y a los pocos metros descubriste a otro con la mirada perdida en un contén, y quieres escribir entonces y piensas que este país envejece y no estamos haciendo las cosas bien, y propones el trabajo, que piensas oportuno, de interés social, polémico, y te dicen que debes planificarlo para más adelante, y se te caen las alas. Esas cosas pueden suceder. Esas cosas suceden. Pero es entonces cuando se hace pertinente no cejar porque yo aunque no lo parezca, también deseo “una prensa que responda cien por ciento a los intereses del pueblo… una prensa que investigue, que ayude a hacer justicia… una prensa que alerte… que construya… una prensa enemiga del burocratismo, de la doble moral… una prensa además de alto vuelo”, y por eso lucho, y por suerte conozco a más de uno que desea lo mismo, y lo hacen. Sin más, el Clon informante, o el Informe del clon, Saludos!!!!!!!

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