Si me marcho

Mi Yeya y yo

Si un día de esos, uno cualquiera,  en que tenga que marcharme a la otra vida o al otro infierno me llevaría unas cuantas cosas conmigo para que me acompañen. Echaría primeramente las fotos de mi abuela, para que cuando amenace el tiempo con desdibujar su rostro y tirarlo al rincón del olvido, retarlo a él con una de esas instantáneas en mis manos, que me devuelven con vida y eternizan para siempre a mi Yeya.

Junto a sus fotografías pondría aquella libreta de poemas de su autoría, que reza en su parte exterior “Prohibida la venta. Material para distribución gratuita. Ministerio de Educación”, pero que en sus páginas hay “Un nuevo comienzo”, como mi abuela lo soñó. Imagen y pensamiento que me cuentan la vida de una mujer, que lloro en cada día de las madres, en cada cumpleaños mío y que me devuelve la inspiración una y otra vez.

Escondería, en algún bolsillo, las cartas que mi mamá me escribía cuando yo estaba en la escuela al campo o en un campo minado de escuelas que es lo mismo. Papelitos, viejos ya, que me recordaban los kilómetros entre la casa y la escuela, entre una madre y una hija.

De mi hermana, una vela azul, del color de sus ojazos, los mismos que me guían y me rinden ante ella. Vela especial, que a veces quiero encender en las noches de algún apagón, pero que al mismo tiempo no quiero ver desvanecer al calor del más implacable fuego.

Si me marcho, no dejaría ese par de conchas con que me sedujo Yaniel a orillas de un río, de aguas frías pero trasparentes y que por unos segundos se disfrazó de Venecia. No olvidaría una taza blanca con Las Tres Mosqueteras, que me saluda cuando tomo agua, cuando la friego y que confieso me da espanto ponerla al revés.

Traería conmigo aquel pedazo de cabello de Ailén, que guardo dentro de una agenda tan vieja, que parece más brujería que el propio ripio de pelo. Si me marcho llevo también un recorte del Periódico Girón, donde publiqué un trabajo periodístico por vez primera y también aquella foto del grupo, que nos retrató a todos, los que están y los que no, en esa suerte de unidad que siempre conspiró.

No olvidaría mis claves de acceso a Facebook, Twitter o WordPress porque ellos siempre estarán, pues no creen en distancias, naciones ni infiernos: solo en un ordenador con conexión, da igual si hay cable de fibra óptica o no. Y aunque los kilos del equipaje no alcancen para tantos momentos; si me marcho, a la otra vida o al otro infierno, he de llevar junto a mí, la banderita cubana que adorna mi cuarto, para sentir a Cuba más cerca, aunque queden atrás mucho más de 90 millas.

10 thoughts on “Si me marcho”

  1. Sabes?Pocas letras que leo me han hecho derramar lagrimas, pero este es y sera una de las cosas me me llevaria yo si me marcho..unas lineas redactadas con amor, nostalgia y sentimiento que si estoy lejos haran que todos los recuerdos vuelvan a mi pq tu los llevarias a mi encuentro.Yo no dejaria pr nada del mundo..la foto de las tres mosqueteras…

  2. yari de mi no te llevas nada?? 🙂
    Tu siempre me haz inspirado , y se llegaras lejos
    Me emocionas cada vez. Te mando un besazo
    Te quiero

  3. A la verdad que siempre seras mi predilecta del grupo y lo sabes bien, que me perdonen los demas y sino, que no lo hagan, pero es que tu forma de escribir llega a tocarnos el corazon cuando te llemos. Recuerda que mis criticas no son de hipocrita, cuando no me gusta algo lo digo, pero ahora simplemente sobran las palabras, con solo leerlo basta. Me conmueves… y se que extrañas a tu Yeya, y quien no extrañaria a una persona ta esecial como lo fue ella en tu vida. Las personas te conocemos bien y que hemos estado cerca de ti durante esos 5 años aprendimos a quererla, primero, por tu forma de hablar de ella y luego cuando la concimos confirmamos ese amor infinito que le tienes, porque ella no ha muerto, vive y vivira en tu corazon. Un beso grande y sigue asi, HUMANA, muy pocas personas hoy lo son.

  4. Yari, hermoso texto… no sabía que tu abuela era poeta… de casta te viene el talento… pero no estoy de acuerdo contigo en una cosa… no creo que tengas que llevar nada de tu abuela para recordarla. Por como hablas de ella, tú la llevas siempre contigo… ella vive en tí…

  5. Yari, si alguien sabe de lo que estás hablando aquí soy yo. Gracias por este post y muchas bendiciones. Te las mereces por ser la marvillosa persona que eres. Gracias también por traducir en palabras los sentimientos que tantos tenemos atravesados en la garganta y que al menos yo no he tenido el valor de escribirlos.

  6. He leido el relato, la historia, la cronica, no se como llamarle en terminos periodisticos. Puedo asegurar que es genial, sencilla e intimista; llena de amor y sensibilidad humana,esa de la que a veces estamos careciendo en tiempos de la era digital, de la evolucion meteorica de las nuevas tecnologias, esa que nos legaron los padres fundadores y a la que nunca por agrestes que sean los caminos debemos renunciar. Leyendo tu historia, he dejado correr una lagrima en mi mejilla. Igual si hoy tuviese que irme de esta tierra, no quisiera hacerlo sin besar y abrazar muy fuerte a mi viejo; el mismo que dos decadas atras sacaba fuerzas y tiempo para tirar unas bolas en el patio de nuestra casa vieja de Rio#189, el que me sento en sus piernas por primera vez para mostrarme como conducir, aunque tan malo como alumno nunca lo consegui;a el hombre de vanguardia, al izquierdista incomprendido, al revolucionario eterno que siempre llevare en mi memoria donde quiera que vaya. Al amigo leal que nunca me abandono por fuerte que soplaran los vientos. A mi papi, que va mas alla de ser una persona con virtudes y defectos porque lego a todos sus hijos el concepto de familia, de solidaridad y de humanismo de una manera sabia, sin hipocresias ni chovinismo, y si con la entereza de una persona extraordinaria que vivira mas alla de la luz o la sombra, al amparo de su Isla querida…

    1. Gracias Frank o David – como prefieras que te nombren- por detenerte y comentar. Llevaba muchos días apagada, como fuera del “área de cobertura”, pero al llegar hoy y leer tu comentario, me has cambiado el día, de veras…es bueno saber que si te marchas, algún día, dejarás aquí un pedazo de ti, yo prefiero quedarme con la satisfacción de tu lágrima…es bueno tenerte de paso por aquí.

  7. Lisandra Cabrera Rodríguez

    me encanta lo que escribistes. las buenos recuerdos simpre nos acompañarán. muy lindooooo

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