De Madrid al cielo (Parte III)
El primer día en Madrid, aún sin sacudirnos el polvo del camino, bebimos unas copas de vino tinto para espantar el frío. Yo, descubría la elegancia con que Yeni descorchaba la botella, con una parsimonia y destreza que nunca antes había visto en unas manos de mujer. Teníamos que celebrar la mudanza y la suerte …